Este sábado 14 se disputó en Verducido una media maratón, mi primera regata como Sub-23 y a nivel internacional, aunque muy internacional creo no fue porque poca gente de fuera de España participó.
Una semana antes, la trainer nos habló de esta competición y yo dije que no iba a ir, pero me convencieron y como siempre, dije que sí. Entonces el día antes estaba eléctrica por los nervios y como solo pude ir a medio entreno, lo que puede hacer fue full, el caso es que cargamos las piraguas en la furgo y bueno, pues cada uno pa´ su casa y luego Rocío tranquilizándome como en cada regata.
No había quien durmiese por la noche por los nervios. El día de la regata, a las 8 de la mañana me recogió Rocío en casa con la furgo y fuimos hasta el club a buscar al resto e irnos hacia Verducido, y yo intentando convencerle por el camino de ir al río Lérez en vez del embalse, aunque sabía que no iba a funcionar.
Al llegar nos preparamos, calentamos, le pusimos la tablilla al barco y nos sacamos fotos, eso que nunca falte, y fuimos rumbo al pantalán para montar, Iria me ayudó a llevar la piragua hasta allí y me cogió la mascarilla.
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| EXPECTATIVA |
Al llegar nos preparamos, calentamos, le pusimos la tablilla al barco y nos sacamos fotos, eso que nunca falte, y fuimos rumbo al pantalán para montar, Iria me ayudó a llevar la piragua hasta allí y me cogió la mascarilla.
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| REALIDAD |
Subí a la piragua y empecé a avanzar agarrada al pantalán y en una de estas, me resvaló la mano y me caí al agua, Iria y Rocío se empezaron a descojonar de la risa, subí al pantalán, vacié la piragua y monté otra vez. Fue la salida y yo toda tensa pasé las olas, y en el momento en el que ya iba más o menos relajada, plof, al agua, como en todas las regatas. Desde el agua subí a la parte de atrás de la piragua, me fui a meter pero me caí y vino la lancha a socorrerme, y cuando me di cuenta, no tenía el dorsal.
Seguí remando adelantando canoas hasta alcanzar a Iria P. y a Noa. Tras dar dos vueltas, el primer porteo, lo hicimos juntas, tardé más en vaciar la piragua..., tercera vuelta y siguiente porteo, rascando toda la piragua contra el pantalán, lo hicimos Noa y yo juntas, dejando a Iria P. detrás, cuarta vuelta y último porteo, lo hago yo sola porque Noa ya entró por meta ya que tenía menos vueltas, me acerqué mal y chocó la proa contra el pantalán, perdí el equilibrio y me agarré a él, dándome un tirón en el brazo, pero aún así acabé la quinta vuelta y pasé por la línea de meta
Al acabar me acerqué al pantalán donde me esperaba Iria para ayudarme con la piragua, me dio un pequeño mareo y me tumbé en el suelo. Cuando ya estaba bien me levanté, cogimos la piragua y la llevamos a nuestra parcela. Me fui a por la mochila a la furgo para cambiarme en el vestuario, cuando estaba casi vestida aparecieron Rocío e Iria P. y yo me puse a quejarme de que me dolía el brazo y y me pasaba un cosquilleo por la mano, más tarde, cuando estábamos viendo a los sénior se puso a sacudirlo para relajarlo.
Para acabar, creo que una de las cosas que valieron la pena, fue ver a Javier Hernández, piragüista olímpico, con el que nos sacamos una foto.
Para acabar, creo que una de las cosas que valieron la pena, fue ver a Javier Hernández, piragüista olímpico, con el que nos sacamos una foto.
Después de ver a los sénior montamos en la furgo y nos pusimos rumbo al club. La vuelta fue un espectáculo, música, baile, vaciles y piques, se echaba de menos ese ambiente.




